Mi Aventura Espacial: De México a Samara

De México a Samara: Mi Aventura Espacial
Es complicado dar con el momento exacto en el que me comenzaron a gustar los temas espaciales. Mis memorias más antiguas se remontan a cuando leía sobre cómo está conformado nuestro sistema solar y sus planetas en la “Enciclopedia de Carlitos” (el de Snoopy). Recuerdo vivamente leer y releer solo ese capítulo a lo largo de algunos años en mi infancia.
Años más adelante, tuve algunas complicaciones con el sistema educativo de Jalisco y la vida me llevó a estudiar Ingeniería en Computación. Durante mis estudios universitarios, descubrí muchos canales de divulgación científica en YouTube, entre ellos, El Robot de Platón. Me encanta la forma en la que Aldo (el creador del canal) explica temas muy complejos de una manera elegante y simple. Y, por supuesto, amaba sus videos sobre temas espaciales.
La motivación que me otorgaba ver divulgadores científicos frecuentemente me impulsó a buscar programas espaciales en los que yo pudiera participar. Después de algunos años, participé en un programa en Huntsville, Alabama, en noviembre de 2022, donde conocí a un grupo de personas increíbles con el que hoy en día participo en MatXSpace.
Entre los miembros de dicho selecto grupo se encuentra Omar Saldaña, quien en una junta nos platicó acerca de un programa de dos semanas para aprender sobre satélites en Rusia. A partir de ese momento, inició mi aventura espacial con destino en la ciudad de Samara.
Preparando el Despegue: Expectativas y Preparativos
Puesto que me enteré del programa a solo unos días de que finalizara el período de inscripción, tuve que poner manos a la obra para cumplir con el requisito de admisión más importante: una carta de motivos donde explicara el porqué quería participar en la escuela de verano en Samara.
Puse mucho esfuerzo y dedicación en esa carta y, unas semanas después, me llegó la confirmación de que había sido aceptado para formar parte del programa. Las semanas siguientes fueron tensas porque tenía que tramitar una visa de estudios para Rusia. El mayor inconveniente con esto es que se necesita una invitación por parte de la Federación Rusa. Adicionalmente, el precio de los vuelos iba en ascenso continuamente, debido a la cercanía temporal con el evento.
Eventualmente, la invitación llegó a mi correo. Para esto, ya había confirmado con mi consulado local (en Guadalajara) si pudiera tramitar mi visa con ellos, pero respondieron que el trámite se tenía que hacer en Ciudad de México. Dicho y hecho, tuve que partir a la capital del país para poder finalizar esa parte del trámite. Después de eso, solo quedó prepararme para el muy largo viaje (un poco más de 18,000 kilómetros) rumbo a Samara, Rusia.
Primeros Pasos en Tierra Rusa: La Bienvenida a Samara
Como dice aquel dicho: “No hay fecha que no se cumpla…” y llegó el día de mi partida hacia Samara desde la Ciudad de México. Durante el camino, me tocó hacer escalas en la vibrante ciudad de Barcelona y la deslumbrante ciudad de Dubái.
Ahora, hablemos un poco de algunos obstáculos al visitar Rusia en tiempos actuales. Debido a ciertas restricciones, las medidas de seguridad y relaciones diplomáticas se han visto afectadas de manera muy importante. Para un visitante, esto afecta en aspectos críticos que pudieran pasar desapercibidos en otros países.
En primera instancia, obtener un SIM para el celular es posible solo hasta que se entra al país, después de pasar migración en el aeropuerto. Además, solicitan documentos de confirmación del estatus de tu visa. De la misma forma, es complicado encontrar un proveedor de eSIMs que ofrezca servicios en Rusia. Por lo cual, hubo un período de tiempo desde que ingresé al país en el que no estuve conectado a Internet, ya que, el aeropuerto tampoco contaba con conexión o era necesaria autenticación por medio de un número de teléfono local.
Asimismo, las tarjetas, tanto de crédito como de débito internacionales, están bloqueadas en Rusia, por lo cual, toda transacción de visitantes temporales tiene que ser hecha por medio de efectivo. Y buena suerte encontrando una casa de cambio que maneje rublos fuera de Rusia.
Y, por supuesto, el idioma local. Aprender el idioma ruso seguramente es una de las odiseas más fascinantes que cualquier persona puede experimentar. Aunque todavía me hace falta pasar por esa vivencia al tiempo de publicación.
Así pues, mi llegada a Samara tuvo un par de momentos inesperados. Los oficiales de migración me retuvieron aproximadamente una hora en lo que hacían preparativos para una mini entrevista. Fue muy curiosa esta experiencia porque me tuve que comunicar con el oficial por medio de un traductor en su celular, ya que no hablábamos un idioma en común.
Mi vuelo aterrizó aproximadamente a las 2 AM. Debido a los contratiempos, terminé saliendo del aeropuerto alrededor de las 4 AM y la vista a continuación me dejó boquiabierto. No esperaba que los días fueran tan largos en Samara, ni tan calurosos.
Para llegar al hotel, un profesor del departamento nos hizo el favor de esperarnos a tan altas horas de la madrugada y después hacer el recorrido de una hora hasta nuestro destino. Desde aquí empecé a conocer locales que me mostrarían lo cálidos que pueden llegar a ser los rusos.
Sumergiéndome en el Conocimiento Espacial: La Escuela y sus Retos
La Universidad de Samara, fundada en 1942 como el Instituto de Aviación de Kuibyshev durante la Segunda Guerra Mundial, se estableció para formar ingenieros en respuesta a las necesidades militares de la época. A lo largo de las décadas, se ha transformado en una institución de investigación nacional, destacándose en ingeniería aeroespacial y colaborando en importantes proyectos espaciales rusos.
El programa de la escuela de verano consiste en dos semanas. La primera semana se dedica a clases relacionadas a diferentes aspectos que conforman un CubeSat, así como:
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Diseño de subsistemas electrónicos.
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Programación:
- Del análisis de los datos recolectados por telemetría.
- En Matlab.
- De microcontroladores.
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Ensamblaje de los subsistemas.
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Métodos y algoritmos para la medición de la orientación del satélite.
Durante estas clases, sinceramente quedé asombrado por el extenso y profundo conocimiento que los profesores nos compartieron. Cada uno era experto en el tema que impartió y tenía una forma muy simple de transmitir sus conocimientos. Todas nuestras clases fueron impartidas en inglés y era muy sencillo tener conversaciones con los profesores al final de cada clase.
La segunda semana es, en su mayoría, para desarrollar un proyecto sobre diseñar un CubeSat para una problemática específica.
De Teoría a Práctica: Proyectos y Actividades
Los asistentes a la escuela de verano fueron divididos en dos grupos con problemáticas distintas. A mi equipo, que fue conformado por integrantes de México, Myanmar, Etiopía y Bolivia, se nos presentaron diferentes problemáticas a resolver, y al final, nos decidimos por afrontar la de “predicción de huracanes en la zona de las islas Bermudas”.
Para afrontar este reto tuvimos que poner a prueba nuestras habilidades de organización, principalmente, porque éramos ocho miembros en el equipo, así que nos tocaba dividirnos las tareas en los siguientes rubros:
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Cálculo de órbita del satélite.
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Selección de componentes:
- Cámara.
- OBC (On-board computer).
- Subsistema de telemetría.
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Cálculo de voltaje.
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Modelado 3D del satélite.
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Definición de ubicaciones para las estaciones terrestres.
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Subsistema de alimentación.
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ADCS (Attitude Determination and Control System):
- Magnetómetro.
- Star tracker.
- Magnetorquer.
- Reaction wheels.
- Sensor solar.
Al final de la semana, tuvimos que presentar nuestros hallazgos a un selecto grupo de asistentes, entre los cuales estuvieron la mayoría de los profesores que nos impartieron clase la semana anterior y nuestros compañeros del otro sub-equipo. Ambas partes fueron libres de preguntar a placer al final de la presentación.
Más Allá del Aula: Descubriendo Samara y su Cultura
A lo largo del programa, nuestras clases y trabajo del proyecto se llevaron a cabo de 10 AM a 5 PM, generalmente. Después de las 5 PM casi todos los días los tuvimos libres para aprovecharlos como quisimos.
Descubrir Samara poco a poco fue una experiencia muy enriquecedora culturalmente para mí, puesto que fue mi primera vez en tierras rusas y la ciudad de Samara conserva mucho su esencia aún con el paso del tiempo. Tanto el recorrer el centro de la ciudad, visitar diferentes restaurantes con comida típica y explorar las afueras de la ciudad, te dejan ver y experimentar un poco el día a día de los locales.
Además de recorrer la ciudad por nuestra cuenta, los organizadores de la escuela nos apoyaron a organizar una excursión por el río Volga durante el fin de semana, en el cual, pudimos conocer más sobre la fauna local en una región muy boscosa a unos minutos de la ciudad en bote.
Y, por supuesto, mucho del intercambio cultural se dio durante las horas de comida tanto en la escuela como en las actividades después de dicho horario. Fue muy interesante combinar y aprender sobre culturas de distintas partes del mundo, tal como Brasil, Etiopía, Bolivia, Myanmar y Madagascar. Así como, los estudiantes activos de la Universidad de Samara que nos acompañaron en todo momento, quienes también tienen un trasfondo cultural muy variado.
Superando Desafíos: Lecciones de una Aventura Espacial
Si bien ya comenté un poco acerca de los complicados problemas que nuestro equipo tuvo que resolver para presentar el proyecto, también existió la gran problemática de la comunicación, incluso entre hispanohablantes mismos, puesto que, personalmente, opino que el primer obstáculo de trabajar en equipo es estar en la misma página respecto a lo que cada uno tiene que hacer. Este es un problema que se vuelve mucho más interesante cuando tienes a muchas personas tratando de comunicarse en un idioma no nativo.
Además, he de admitir que también tuve momentos donde, a raíz de no saber comunicarme en el idioma local, se presentaron algunas dificultades, pero más que nada para poder consumir alimentos en un restaurante o comprar algún bien en un supermercado. Al final del día, la tecnología ayudó bastante, puesto que solo hizo falta mostrar una foto del artículo en el que estaba interesado.
Soy firme creyente de que mientras más problemas enfrenta una persona, mayor es su crecimiento. Y tal cual fue mi caso, porque también hubo situaciones en las clases donde no entendía absolutamente nada de los temas que se estaban tratando en el momento, pero solo era cuestión de anotarlas y hacer un poco de investigación tanto en Internet o preguntando a alguien que pudiera saber.
Mirando al Futuro: Reflexiones de una Experiencia Transformadora
Por lo pronto, el siguiente objetivo es seguir colaborando con MatXSpace para llevar nuestra investigación a otras partes del mundo. Asimismo, seguiré buscando oportunidades como esta para poder seguir aprendiendo más acerca de cómo se desarrolla el software para tecnologías espaciales y participando en las que me sea posible.
Y bien, solo me queda agradecerte a ti, lector/a, si has llegado hasta aquí y motivarte a que persigas cada una de las oportunidades que se te presenten. Es probable que no sea posible participar en todas, pero seguramente cada experiencia te dejará aprendizajes enriquecedores.
Gracias por el Viaje: Agradecimientos Especiales
Finalmente, solo me queda agradecer a dos personas en particular. El primero fue mencionado al principio del artículo, y literalmente, ni siquiera me habría enterado del programa si no fuera por Omar Saldaña Penetro.
Y, por supuesto, una gran razón por la cual todos los asistentes pudimos disfrutar al máximo nuestra estancia en Samara y en el programa fue gracias a Ohana Berger.
¡Muchas gracias a ambos!